La gallina estaba en una jaula con el agua hasta 'las rodillas', si eso puede ser. Y entre tu hermano y tú decidí sacarla. La cogí del lomo como si fuera un cachorro y la saqué de la jaula. Ella, el animal, estaba tranquila con mi trato hacia ella. ¿Porqué le iba a hacer yo daño si no le deseaba ningún mal? Le deseaba bien, para que tú y tu hermano pequeño, estuvierai contentos.
La saqué para meterla en una bolsa de basura. ¡Pero oye! ¿Cómo vas a meter a un animal en una bolsa de basura? ¡Se va a morir! Tranquilos, ya he pensado en ello. No la cerraré del todo para que pase aire y pueda respirar.
La gallina me mira ya dentro por el agujero. Empieza a mover sus alas para volar. Vuela moviendo la bolsa a la par que vuela. Y me pica. Sorpresa! La gallina me pica y eso que confiaba en mi. La condenada me pica varias veces.
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