miércoles, 2 de noviembre de 2011

Entre una botella de agua y una botella de vino francés. Haces bailar esta última.

Golpeas la mesa de cristal para no perder el conocimiento, por culpa de haberte bebido tú solo la botella.

Bebes de la botella de agua para que internamente se rebaje el nivel de alcohol en sangre y no pierdas la consciencia.

Es lo que andabas buscando ¿no? Colocarte. Cómo puede ser que, aún
no estando acostumbrado a beber, ¿una botella de 2 litros no rebaje a
nivel sanguíneo una botella de vino?

Al borde de un coma etílico me sigo preguntando por lo mismo. Por como será nuestro reencuentro o si lo habrá. Golpes a las paredes para no perder la consciencia y vuelvan a aparecer los sueños donde tú apareces.

Si todas las mujeres en el plano íntimo me parecen indiferentes es por tu jodida culpa.

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