jueves, 3 de febrero de 2011

Tierra mojada

Es de noche en mi ciudad. Me encuentro en la sala de observación del hospital más cercano. La mayor parte de los pacientes duermen y yo no paraba de escuchar a una chica de 19 años que grita de dolor. Un grito de dolor acompañado de lamentos y lloros que no se calma por mucho anestésico o analgésico que le pongan. Entonces es cuando se plantea uno mismo realmente lo que es el dolor.
Fue horrible la verdad.

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