Ahora me he dado cuenta de que soy rey de un ejército numeroso de ranas. Que asalté con ellas un castillo de altos muros, unos muros que parecían realizar una carrera hacia el cielo, y en el que había una dama con armadura negra. La lucha fue dura, intensa y ninguno resultó herido. Gané un reino y una reina, debido a que conseguí traspasar la armadura de la que se hacía rodear la dama.
Doy gracias al ser que me rodea y me mostró mi vida.
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